Distinción "Buena Práctica en Participación Ciudadana" 2021

Los comedores comunitarios forman parte del programa Comedores Sociales de la Ciudad de México y son un ejemplo de cogestión de servicios sociales, en los que el gobierno y los vecinos de zonas de alta y muy alta marginación trabajan en alianza público social para proporcionar comidas a bajo costo.

Con el inicio de la administración 2018-2024 comenzaron una serie de transformaciones en los comedores comunitarios. El primer paso fue diseñar a principios de 2019 una estrategia para hacer más eficaz la operación diaria y utilizar los recursos destinados de forma eficiente. Se procedió a una revisión exhaustiva del cumplimiento con los lineamientos del programa por parte de los Comités de Administración (conformado por al menos 3 vecinos responsables de operar cada comedor) para asegurar la prestación de un servicio público de calidad. Esta revisión tuvo como consecuencia el mantener únicamente aquellos comedores con resultados positivos y con un funcionamiento de acuerdo con lo establecido en sus reglas de operación. El incremento de la eficiencia en la operación del programa permitió que con un número menor de comedores se incrementara la oferta del número de comidas y de cobertura territorial. Actualmente, se beneficia a un 20% más de personas con respecto al 2018.

Durante el segundo semestre de 2019 se llevó a cabo un ejercicio de fortalecimiento comunitario que tuvo como centro la vida alrededor de los comedores. Se incentivaron procesos de integración comunitaria que permitieron revalorizar los comedores como espacios privilegiados de confluencia de dinámicas urbanas locales, con el potencial de convertirse en ejes para el desarrollo socioeconómico barrial.

Adicionalmente, se inició un proceso de actualización tecnológica y digital para un mejor monitoreo del ejercicio del gasto y del servicio proporcionado. Cada comedor cuenta hoy con un dispositivo digital (tableta) que les permite estar comunicación permanente con los monitores del programa y se transformó la dinámica de reportes en papel, por una digital, generando mayor eficacia en la comunicación y operación diaria. 

En 2020 los comedores comunitarios tuvieron que adaptarse a la operación en el contexto de pandemia para mantener su operación, por considerarla esencial para la atención de la población, y reforzando las medidas de protección sanitaria, incluyendo el proporcionar comida únicamente para llevar. 

A mediados de 2020 se modificó una parte sustantiva de la operación del programa. Inicialmente el gobierno proporcionaba los insumos no perecederos para la elaboración de las raciones alimentarias, vía la contratación de una empresa para su adquisición y distribución; en junio de 2020 se comenzó a otorgar directamente el apoyo económico, buscando impulsar el consumo en el ámbito local de los insumos que utilizan los comedores comunitarios.

A mediano plazo se planea consolidar el uso de herramientas tecnológicas por parte del personal que realiza el monitoreo del programa y de los comités de administración, con el fin de mejorar los procesos de control, monitoreo y generación de datos para la toma de decisiones, la mejora constante de la calidad en el servicio y la rendición de cuentas a la ciudadanía.