Distinción "Buena Práctica en Participación Ciudadana" 2024
18 Edición
Durham: Diseño de un programa de recogida de residuos de alimentos puerta a puerta centrado en la comunidad
Diseñar y poner a prueba un programa de recogida de residuos alimentarios en la acera de Durham (Carolina del Norte) exigió combinar la ciencia del comportamiento, el diseño centrado en la comunidad y una evaluación rigurosa para lograr una reducción significativa de los residuos y beneficios medioambientales para los residentes.
Durham es una ciudad vibrante conocida por su rico patrimonio cultural, sus valores progresistas y su compromiso con la sostenibilidad. Durham da prioridad a la participación y el empoderamiento de la comunidad, luchando por la equidad y la inclusión.
La génesis de nuestra práctica, un servicio de recogida de residuos alimentarios puerta a puerta, surgió de una iniciativa de reducción de residuos incluida en el Plan Estratégico de la ciudad. Consciente de los retos económicos, medioambientales y sociales que plantea el vertido de residuos compostables, Durham se embarcó en la creación de un servicio de compostaje gratuito e impulsado por la comunidad. Este enfoque innovador surgió a partir de una visión basada en los datos, la prudencia fiscal, la protección del medio ambiente y un firme compromiso con la justicia, lo que refleja el espíritu de innovación e inclusión de Durham.
Nuestra metodología comenzó con una encuesta en toda la ciudad y entrevistas a los residentes, seguida de la creación de prototipos, la aplicación a gran escala y un ensayo controlado aleatorio para medir el impacto. A lo largo de todas las fases, esta práctica empleó un enfoque de comunicación multicanal con los residentes, utilizando las redes sociales, grupos comunitarios, folletos, líneas telefónicas de ayuda y postales para implicarlos. El aspecto más innovador reside en nuestro enfoque iterativo e inclusivo, que integra el diseño centrado en el ser humano, la evaluación rigurosa y la colaboración con el personal de recogida de basuras para mejorar la eficacia del programa.
Entre los grupos específicos a los que nos dirigimos se encuentran residentes y basureros diversos, garantizando así una representación y una capacitación amplias. Los mecanismos de evaluación abarcaron encuestas cualitativas, entrevistas y datos cuantitativos sobre la reducción de residuos, comportamientos indirectos y opiniones de los residentes.
El impacto de nuestra práctica ha sido sustancial, con una importante desviación de residuos, una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y efectos positivos en la satisfacción de los residentes. En el primer año se desviaron de los vertederos más de 30.000 libras de residuos alimentarios, con una reducción anual potencial de 14.000 toneladas si se extendiera a toda la ciudad. Los residentes mostraron una mayor percepción positiva del gobierno local, lo que indica amplios beneficios sociales más allá de los logros medioambientales. La práctica ha contribuido a institucionalizar la democracia participativa en Durham, fomentando una cultura de gestión medioambiental entre los residentes.
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