Distinción "Buena Práctica en Participación Ciudadana" 2025

Las mujeres se enfrentan a diversos retos que van desde las barreras sociales, religiosas y culturales, todas las cuales impiden que las mujeres realicen sus sueños y desplieguen su potencial a nivel nacional e internacional. Las mujeres y niñas más pobres y vulnerables se ven afectadas de forma desproporcionada, sobre todo en cuestiones relacionadas con el agua, la seguridad alimentaria, la voz activa, la participación política, el acceso y las oportunidades. La exclusión en la toma de decisiones y la urbanización hacen que poblaciones cada vez más numerosas y concentradas estén expuestas a riesgos y pérdidas. La sociedad civil, las instituciones gubernamentales, los grupos de mujeres, las organizaciones de base y las organizaciones comunitarias que operan a nivel local son también contribuyentes clave a las acciones para proteger a las mujeres y las niñas. Por tanto, es esencial garantizar que estos actores desempeñan un papel activo en el desarrollo y la aplicación de las iniciativas de derechos humanos. Las mujeres suelen estar al frente de estas soluciones, protegiendo y restaurando su entorno y aumentando la resiliencia de sus comunidades, al tiempo que hacen uso de su derecho a participar activamente en las cuestiones que les afectan individual y colectivamente.